lunes, 7 de diciembre de 2020

EL GOZO Y LA ALEGRÍA EN EL TIEMPO DE ADVIENTO 1RO-3RO -5TO

 EL GOZO Y LA ALEGRÍA EN EL TIEMPO DE ADVIENTO

El ser humano es un ser lleno de experiencias, vivencias, emociones, deseos y motivaciones, todo esto entra en acción durante nuestra vida diaria y nuestra vida de fe, es más, durante el tiempo de adviento, pues como es sabido, no entonamos el canto del gloria como gozo y fiesta, pero si podemos vivir la alegría de la espera.

Como es posible eso?

El primer domingo fue el anuncio de la llega del mesías, y según la experiencia del pueblo de Israel, todos quedaban marcados por la incertidumbre, la preparación de saber que alguien viene pero que no sabían cómo será, ni que cosas nuevas atraería. Esta experiencia la hemos podido vivenciar durante esta pandemia, cuando se escuchaban los primeros casos, algunos reaccionaban con temor, con precaución, con ansiedad, queriendo desear que ojala no llegase aun, o no llegase por nuestras casas, a nuestras familias, por el daño que se anunciaba, pero en el caso del mesías la promesa era diferente, “los ciegos ven, los cojos andan”, algo novedoso pero también se decía que “bautizará con fuego”, en estas situaciones, el temor es natural, pero al ser algo avisado daba la oportunidad y las herramientas para prepararse, dentro de una ansiedad, tomamos las medidas,, eso vivimos en la primera semana de adviento.

En el segundo domingo de adviento se vive una angustia mayor, pero al mismo tiempo la firmeza de esperar aquello que se ofrece, por ejemplo en este tiempo de pandemia, cuando todo estaba muy crítico, estábamos en pleno ascenso o pico de la epidemia, las cifras nos alarmaban, y ya se empieza a hablar de una vacuna, de estudios, de laboratorios, de medios de solución, entonces entramos en una etapa de espera, “desando que llegue pronto”… esta reacción es ante algo malo que se avecina, pero para el pueblo de Israel, saber que viene el mesías, era algo bueno, y eso significaba libertad, justicia… entonces “todos están desando que llegue pronto” . Todo esto trae consigo un cambio en la vida, marcado por el temor, pero con esa esperanza que pronto terminará

En un tercer momento, la tercera semana de adviento, si lo comparamos con la pandemia, sería lo que estamos viviendo por ahora. Escuchamos que ya se está aplicando en algunos países, que tiene un alto índice de efectividad y garantiza mucho bienestar, entonces todos dejamos la ansiedad, dejamos esa espera atenta, y ya vemos una alegría, por fin ya está llegando y con esto, todo cambiará. Si revisamos nuestra experiencia,  y ustedes lo pueden ver, ya todos se sienten más liberados. Ya la alegría, la confianza y la calma se apodera, estamos en la etapa que no solo ya sabemos que está cerca, sino “que ya está muy cerca”, entonces ya hay tranquilidad y gozo, seguimos esperando porque aun no llega a nosotros pero sabemos que está muy cerca.  

En el adviento, vivimos estas mismas emociones y sensaciones, estas mismas experiencias, pero se debe diferenciar en algo de la vida cotidiana en algunas cosas que te quiero mostrar ahora.

Primero que ante la pandemia, nuestro cambio de actitud, significo un cambio forzado por factores externos, en el adviento, debe estar motivado por factores internos, al inicio de la pandemia todos se cuidaban pensando en sí, aunque al resto del mundo no le vaya tan bien, solo queríamos que no nos llegue el mal, luego asumimos que debemos cuidar a los demás para que a todos les vaya bien, y así nos va bien a nosotros también. Ese es el cambio que se pide y que nos debe motivar el adviento, me comprometo a cambiar y voy a cambiar no por mí, sino por el bien del otro, porque en la medida que busque el bien del prójimo, alcanzo el mío y esto me acerca más al amor

Segundo, ante la pandemia, asumimos conductas y cambios en su mayoría externos, uso de indumentarias e implementos para protegernos, pero que en la medida que fue llegando lo esperado (la vacuna), fuimos abandonando y retomando una vida como la anterior. 

En el adviento, nuestra conducta debe cambiar de manera más profunda, no esperando que llegue el momento de calma para volver a ser como éramos antes, sino buscando ser diferentes y nuevos, pues esta llegada nos debe dejar experiencias nuevas, novedosas y sobre todo transformadoras para el cuidado y el amor. Debemos asumir que nuestra vida solo tiene sentido cuando esta en conexión con los demás, y que por eso debo ser diferente, entonces yo voy a ser diferente por Amor a los demás.   

Tercero, ante la pandemia, estábamos esperando una solución, se nos ofrece una, y ponemos nuestra esperanza en esa solución, esperamos que eso que la solución que llega lo haga todo entonces descuido mi vida y vuelvo a la rutina, cosa que no debe ser, sino, que debemos seguir cuidando a los demás y cuidándonos nosotros. En el adviento, debemos tener una expectativa similar, dejar que el Señor que viene haga todo en mí, pero es necesario no perder de vista que nosotros somos los responsables de asumir un compromiso, dar testimonio que vivimos este adviento con fe, alegría y solidaridad, “comunicar por medio de nuestras acciones que Dios está en nosotros”… entonces siempre debo poner a los demás frente a mí y a mis decisiones para buscar y fomentar la paz

Al III domingo de Adviento, lo llamamos “de Gaudete” que quiere decir domingo de la Alegría, y es de la alegría, porque Dios está cada vez más cerca de nuestros ojos, de nuestra vida y en la medida que vivimos las experiencias de cada semana de adviento, nos damos cuenta que Dios está dentro de cada persona, así pues, “la alegría de este domingo nos hace comunicar a este Dios que habita en nosotros”. No podemos ser seguidores de Jesús teniendo la cara triste, amargados, aburrridos… Dios cuenta con nosotros para que seamos testigos de esa Luz, de llevar alegría en medio de las contradicciones de la vida, para despertar la esperanza, en medio del dolor, y comunicar el amor, y así romper con el egoísmo y el silencio, la alegría del cristiano es la alegría que no se apaga.

En esta semana de adviento asumimos el compromiso de ser Evangelios Vivos en medio de este mundo; Una alegría que debe llenar nuestras vidas porque se acerca un gran acontecimiento: Jesús nace, Jesús pisa la tierra para salvarnos, se acerca al hombre para que podamos estar cerca de Dios.

Que nuestra alegría en este domingo, sea un compromiso personal para con nosotros, estar siempre alegres, un compromiso para con nuestros familiares, comunicar y compartir la alegría, y un compromiso para con Dios, llevar su presencia a todos ,  para que todos vean nuestra vida correcta y en nuestros actos se refleje la dulzura del recién nacido.

ACTIVIDAD N° 1

EXTRAE DOS IDEAS PRINCIPALES DE CADA PÁRRAFO, 

ESCRIBE EN TU CUADERNO 

ILUSTRA CON ALGUNA IMAGEN QUE TE MOTIVE LA LECTURA

Y ENVÍAME LA EVIDENCIA

 

 



martes, 1 de diciembre de 2020

SAN JOSÉ CON SU VIDA CONSTRUYE UNA FAMILIA LLENA DE AMOR Y PAZ

 SAN JOSÉ CON SU VIDA CONSTRUYE UNA FAMILIA

LLENA DE AMOR Y PAZ

Hoy, el ser varón se pone en tela de juicio y se duda tan solo por el hecho de ser hombre. Pero tenemos un modelo de varón que debemos apreciar y seguir. No en vano San José es patrono de la Iglesia universal.

Dios Padre le encomendó la tarea de cuidado y protección de su amadísimo Hijo y de su Madre. 

Aquí presentamos algunas virtudes de San José

 1. un verdadero Padre

Hoy día la idea del padre es casi natural entenderla como un padre alejado de sus hijos. San José nos recuerda el verdadero sentido de la paternidad. La presencia del padre en la educación de los hijos es insustituible. San José con el niño en los brazos nos lo recuerda, un verdadero padre debe ser  amoroso y protector del cual los hijos puedan aprender y crecer seguros.


San José tuvo que proteger y sostener a María esperando al niño sin tener un techo donde pudiera nacer, tuvo que huir hacia Egipto, ser un extranjero en tierras desconocidas y ganarse el pan del día con el sudor de su frente.

 2. Un buen esposo

El amor y fidelidad de San José es un signo contundente y firme frente a la imagen de un varón infiel, lujurioso, egoísta e incluso violento, que es casi común en nuestros días.

San José pasó todas las pruebas que un esposo podría pasar: la duda frente a su propia esposa, el cuidado de un niño que no era de su sangre, la dificultad de un matrimonio casto. San José, era así como tú y como yo. Su virtud y fortaleza son grandiosas y es prueba viva de lo que un hombre que entrega su vida a Dios y al amor de su familia puede hacer por medio de su gracia.

 3. Varón al servicio de la familia

Relacionar masculinidad con  violenta hace que la fortaleza física no sea valorada como una virtud. Muchos niños crecen lejos de su padre y no pueden aprender y valorar lo que es la virilidad.

San José pone al servicio de su familia esta fortaleza física natural, una fortaleza que tiene como misión el proteger, el ayudar, el servir.

Conocemos a un San José siempre fuerte, nunca agresivo, firme pero no indiferente ni mucho menos insensible. Un hombre que demuestra seguridad y jamás arrogancia ni soberbia. Un padre que carga con todo el peso de su familia y es feliz haciéndolo.

 4. Un Varón del silencio.

El silencio de los varones es una característica bien conocida.

 Incluso las esposas pierden la paciencia por los silencios prolongados de los esposos. San José también era un hombre silencioso, se dice que era el santo del silencio.

San José en el silencio escuchaba la voz de Dios, no era un silencio indiferente ni estéril. San José escuchaba, meditaba en su corazón para poder tomar las mejores decisiones para su familia y para él mismo. 

 5. Un varón de trabajo

En aquella época si el varón de la casa no trabajaba la familia no subsistía. San José, carpintero de profesión, trabajó siempre por el sustento y la seguridad de su familia. Imagínense el camino que se habrá tenido que abrir en Egipto, sin familia, sin apoyo de conocidos, como extranjero, tal vez víctimas de prejuicio y discriminación, el trabajo de José era la única arma que tenían para subsistir.

De vuelta a Nazareth en su taller de carpintero siguió trabajando incansablemente, fue labor que heredó a su hijo para ayudar al sostén de su familia. San José es un gran ejemplo de tenacidad y trabajo arduo en todo momento por el bien de los que ama.

6. El valor del buen discernimiento

Las respuestas apresuradas y decisiones impulsivas sobre todo en época de crisis no son lo mejor. San José, incluso en una decisión tan dura como la de aceptar el embarazo de su prometida, decide repudiarla pero en secreto, meditando qué era lo que menos iba a perjudicarla, lo que menos escándalo iba a levantar. No lo hace apresuradamente, lo medita, lo «sueña», y en ese soñar escucha la voz de Dios a través de un ángel que sale al encuentro y lo aconseja.

El valor del un buen discernimiento tiene que ver con la prudencia, el silencio y la escucha a Dios. Este escuchar a Dios que se va afinando a medida que estrechamos nuestra relación con Él.

 7. Castidad y juventud

San José al momento de desposar a María debió haber tenido unos 18 o 20 años. San José en este sentido, asistido por la inmensa gracia de Dios nos enseña que el fundamento de la unión conyugal es la comunión de amor, ejemplo para todo matrimonio. La unión de esposos debe responder a esa comunión de amor, sin embargo la misión de María y José no estaba en relación a ellos mismos sino al mismo Jesús y a la iglesia Universal.


 8. San José es santo en la familia y lleva a la familia a la santidad.

San José nos enseña que la familia en un ámbito para crecer en santidad. La santidad de José sucedió dentro de la familia. Los esposos son guardianes mutuos de la santidad de la familia. Es ahí donde el amor crece, en entrega, donde nos olvidamos de nosotros mismos y nos entregamos por completo. 

Como nos decía el Papa Francisco: «por medio de ella se concreta la capacidad de darse, el compromiso recíproco y la apertura generosa a los demás, así como el servicio a la sociedad».

     San José hombre de  talentos, capacidades y habilidades puestas al servicio de su familia y de la vida de los demás. Llevo alegría y satisfacción a muchos, dio comodidad a las familias, y estuvo siempre buscando lo mejor para los demás, desde lo poco que podía tener… ahora nosotros hagamos eso que San José nos muestra. Alegremos a nuestras familias con las habilidades que Dios nos dio y construyamos un ambiente de fiesta y amor para  todos.


lunes, 30 de noviembre de 2020

LA ESPERANZA EN TIEMPO DE ESPERA – EL ADVIENTO (1ro - 3ro - 5to)

 LA ESPERANZA EN TIEMPO DE ESPERA – EL ADVIENTO

La esperanza es despertar de aquello que nos tiene imbuidos, haciendo olvidar a los pobres y olvidar de nuestra condición humana, para colocarnos en una posición de consumidores, de seres puramente sociales, laborales y/o meramente productivos, haciéndonos perder de vista nuestra propia condición de debilidad y necesidad del prójimo, de humildad en acudir en ayuda o por ayuda. enganadonos con una falsa imagen de superioridad.

 El adviento tiene otro sentido, es esperar y despertar de este letargo y nos enseña a abrirnos al prójimo, al mundo y al hermano, para compartir “lo poco que se tiene pero lo mucho que se es” es poder compartir la posibilidad y gracia de ser persona, imagen de Dios, esto nos introduce en una realidad trascendente a nuestra existencia, para comunicarnos con las nuevas generaciones y con la eternidad.

La esperanza es la puerta para ver más allá de nuestra limitación cercana, es la puerta que se abre a un mundo nuevo, con nuevas perspectivas, pero donde el crecimiento y la vida se desarrolle en comunidad, teniendo a Dios como centro, poniendo a Dios como Inicio de esta espera y buscando a Dios como fin de nuestra esperanza.

Esperanza sin oración no es esperanza, 

Esperanza sin acción no es esperanza, 

Esperanza sin hermanos no es esperanza. 

solo se vive la esperanza haciendo, 

acompañando y siendo acompañado, 

estando con Dios y mirando al prójimo como hermano


Elabora un mapa mental con toda la información proporcionada agrega información relevante que haya en el contenido de estos enlaces

https://youtu.be/i3g6_eHugSo ... (1ro - 3ro)

 (5to)

https://youtu.be/-RQaS_ECeTg

https://youtu.be/i3g6_eHugSo

lunes, 23 de noviembre de 2020

EL ADVIENTO Y LA CORONA DE ADVIENTO 1RO - 3RO -5TO

 EL ADVIENTO Y LA CORONA DE ADVIENTO 

El término "Adviento" viene del latín adventus, que significa venida, llegada. Con el Adviento comienza un nuevo año litúrgico en la Iglesia, este año 2020, empieza el domingo 29 de noviembre y termina el 24 de diciembre. Son los cuatro domingos anteriores a la Navidad.

El color usado en la liturgia de la Iglesia durante este tiempo es el morado. Es también asumido como el tiempo dedicado a la reflexión, penitencia y oración como preparación para recibir al Señor Jesucristo.

El sentido del Adviento es avivar en los creyentes la espera del Señor.

Se puede hablar de dos partes del Adviento:

Primera Parte

·         Desde el primer domingo al día 29 de noviembre, con marcado carácter escatológico, mirando a la venida del Señor al final de los tiempos

Segunda Parte

·         Desde el 17 de diciembre al 24 de diciembre, es la llamada "Semana Santa" de la Navidad, y se orienta a preparar más explícitamente la venida de Jesucristo en las historia, la Navidad.

·         Las lecturas bíblicas de este tiempo de Adviento están tomadas sobre todo del profeta Isaías (primera lectura), también se recogen los pasajes más proféticos del Antiguo Testamento señalando la llegada del Mesías. Isaías, Juan Bautista y María de Nazaret son los modelos de creyentes que la Iglesias ofrece a los fieles para preparar la venida del Señor Jesús.

       Puedes complementar esta explicación con ayuda del presente video 



Corona de Adviento

La corona de Adviento surgió en la edad media como símbolo de amor y luz hacia Dios y se caracteriza por ser una corona de ramas, puede ser de pino o abeto, con cuatro velas, por lo general son 3 de color morado como acto de penitencia y una rosado como gozo y una blanca como fiesta de la llegada de Dios. 

La primera vela, es encendida en el primer domingo de Adviento y las restantes son encendidas durante las siguientes semanas.

La corona de Adviento está llena de simbolismo:

·         Su forma circular, representa la eternidad de Dios

·         El color verde, representa la esperanza que se debe tener en Dios

·         Que sea de ramas, representa la vida, Dios es un Dios de vivos y llega trayendo vida siempre nueva y renovada

·         Los frutos, se acostumbra poner una manzana para representar que por el pecado perdimos la gracia de Dios, pero Dios eterno nos envía a su hijo para borrar ese pecado y darnos vida

·         La cinta de color roja en la corona, simboliza el amor de Dios que envuelve a la humanidad y el amor de los fieles que esperan el nacimiento de Jesús.

·         Las 4 velas, representan las cuatro semanas de Adviento y son encendidas en cada Domingo de Adviento.

·         Vela morada, representa la actitud del hombre de reconocerse pecador y que se pone en actitud de penitencia en preparación a la llegada del hijo de Dios

·         Vela verde, representa la fortaleza y la esperanza que debemos mantener ante la llegada de Jesús

·         Vela rosada, representa el gozo y alegría de saber que Dios está cerca y que se nos anuncia con alegría a la humanidad

·         Vela roja, representa el amor de Dios que se derrama al mundo, y para todo el mundo, así mismo nuestro compromiso de haber mejorado nuestra vida, que nos hemos arrepentido del mal y hemos aprendido a perdonar a amar a los demás

·        Vela blanca, que  representa la llegada del Hijo de Dios al mundo, el nacimiento de Jesús, Príncipe de la paz, y que nos pone en paz y gracia y reconcilia a la humanidad con Dios

El orden de encender las velas es: 

1º.- 1er domingo, morado,(29 nov.), 

2º.- 2do domingo, verde (06 dic.),  

3º.- 3er domingo, rosado (13 dic.),  

4º.- 4to domingo, rojo (20 dic.) 

5º.- Navidad, blanco (24 dic.) (que se encendería en Nochebuena); 

dentro de los colores, puede utilizarse el color rosado para el tercer domingo de Adviento (Domingo de la alegría o “gaudete”).




lunes, 16 de noviembre de 2020

LOS VALORES QUE DEBEN REGIR NUESTRO ACTUAR 1ro - 3ro - 5to

 Dato curioso:

En la ciudad de Córdoba – Argentina- a mediados del mes de agosto del 1999 el servicio de transportes públicos estaba regido por el transporte público masivo, como son los colectivos y el trolebús, y los taxis, sin embargo en este contexto, aparece una nueva propuesta de servicio, “los remis”, un servicio de movilidad en beneficio del público, que tendría casi la misma modalidad de taxis, pero con tarifas no regidas por un taximetro con cambio cada 110 metros, sino contabilizada por kilómetros.

Esta propuesta de transporte, otorgaba grandes beneficios a los usuarios, pero los taxistas veían sus ingresos afectados, además que era una competencia directa y quisieron que se declare ilegal ese servicio de “remis” y propusieron una paro de 48 horas, estos dos días salieron con sus unidades a protestar, haciendo la bulla con las bocinas de sus autos, haciendo plantones de sus movilidades en medio de la calle, provocando desorden, congestión y caos en la población. Con el único fin que las autoridades acepten su reclamo y no legalicen el servicio de “remis”.

Pasado este tiempo de paro, los propietarios de los “remis” propusieron un paro de 48 horas igual para reclamar sus derechos y buscar que la autoridad local los reconozca como servicio público, ¿pueden imaginarse una ciudad con 4 días de paros y conflictos?... ¿cuántas pérdidas económicas y de otras índoles provocarían?

Sin embargo el paro anunciado por los servicios de “remis”, fue algo novedoso e innovador, al punto que  logro que la gente misma reclame a las autoridades locales que se les reconozca ese beneficio de ser reconocidos como movilidad de servicio público. Pero la pregunta es ¿Qué hicieron para lograr eso?

Las 48 horas de paro que solicitaron, hicieron todo lo contrario a lo que hicieron los taxistas, ellos acudían a una llamada, para hacer el servicio de movilidad, atendían al usuario con el respeto que se merece, y lo trasladaban completamente gratis al lugar que quería ir, mientras tanto dentro de su movilidad le facilitaban un folleto indicando todos los beneficios que otorgaba la existencia de su servicio de “remis”, respecto a los taxis, de tal manera que durante el viaje, el conductor le aclaraba dudas, le daba todos los alcances que necesitaba saber el publico y además le aclaraba las dudas y rumores que surgían en medio de la controversia.

Pasado las 48 horas, la cuidad comenzó a caminar con sus dificultades entre estos dos servicios. Uno que se decía legal y reconocido, como eran los taxis, y otro que se le consideraba ilegal y más aun muy perjudicial, sin embargo, la gente al haber usado el servicio,  de manera gratuita,  haber recibido toda la información y tener un documento para compartirlo en casa, salió a las calles a reclamar al gobernador que otorgue reconocimiento y legalidad a los remis. Y desde allí, el servicio de remis y taxis es legal en esta ciudad y el usuario decide cual tomar para su servicio.

aprendizaje de esta experiencia

Los reclamos son buenos. La forma  de hacerlo depende de quienes se proponen reclamar, los agentes que nos acompañan en este proceso son muchos, pero al mismo tiempo los que se oponen a nuestro reclamo, desde ya buscaran la forma de poner obstáculos, pero al mismo tiempo nos van a ofrecer oportunidades para nuestra creatividad, acudir a nuestro talento y sobre todo a nuestras capacidades.

El Perú estuvo en un proceso de reclamos, por la justicia y la democracia, hemos sido testigos de todo lo sucedido, las provocaciones mutuas, los abusos de unos sobre otros, y me viene a la memoria la acción de Ghandi, que en su protesta ante la embajada británica, y ante la presión de las fuerzas armadas que buscaban dispersarlos, Ghandí propuso a todos echarse en el suelo, y quedase de manera pacifica allí... las fuerzas policiales, viendo este acto, solo tuvieron que esperar que se solucione este reclamo, directamente entre las autoridades y los que acudían por su reclamo... así se consiguio la libertad de una nación. "No siempre la fuerza debe estar acompañada de violencia, sino de creatividad y talento" y los frutos a lograr serán mayores...

Pero es importante saber que detrás de todo esto están los principios y valores que hemos recibido durante nuestra formación. Pues hay valores y principios que no se pueden negociar, pero tampoco poner en riesgo; estos valores son La Vida, La Libertad, La Justicia y La Verdad.

 La vida no sólo es un bien, sino que además es un don, un regalo. Ese don nos ha sido dado (a través de nuestros padres) por Dios: sólo Dios es dueño de la vida. Cada alma es individual y personalmente creada por Dios y sólo Dios tiene derecho a decidir cuándo la infunde a un cuerpo y cuándo su tiempo de estancia en la tierra ha terminado. El instinto de vida y el instinto de muerte siempre están luchando para ganar la batalla. La vida empieza a tener sentido cuando ayudas a otro a ponerse de pie y a andar. Cuando respiras hinchando tus pulmones de aire y notas que no estás solo a pesar de estar en el desierto. Cuando miras al cielo y ves las estrellas que dominan el firmamento, y comprendes que no estás solo, comprendes que la vida es mucho más que el simple palpitar de tu corazón.

las metas mas altas no se consiguen con fuerza o violencia, sino con habilidad, perseverancia e imaginación, para ser creativos. buscando siempre la Paz como bien supremo, y la verdad como expresión primaria de la existencia humana, por eso Jesús decía "la verdad los hará libres", una vida dentro de la verdad, no puede dañar, sino solo amar" y amar es el acto mas libre y generoso de la humanidad.


lunes, 9 de noviembre de 2020

El Calendario Litúrgico 1ro - 3ro - 5to

 ¿Qué es el Año Litúrgico?

En nuestra vida civil, es común tener un orden de acontecimientos que recordar, conmemorar y encontrar signos y símbolos de identidad cívicos, sociales, patrióticos o de otra índole.

Son situaciones o espacios que nos llevan a recordar y reavivar lo que en su momento se vivió, encontrando detrás de ellos el mensaje y el contenido mismo de la acción a recordar, por ejemplo el día de la madre, la fiesta de la bandera, las fiestas patrias.

Así también la Iglesia tiene un calendario a vivir y celebrar durante el año que por cierto no coincide con el calendario civil.

El calendario litúrgico que determina El Año Litúrgico es un ciclo basado en la vida, muerte y resurrección de Jesucristo, nuestro Señor. Es la conmemoración de los diferentes acontecimientos de su vida, el caminar en la compañía de los santos que vivieron muy de cerca el evangelio, y sobre todo con la presencia de Santa María, la madre de Cristo, que nos trajo la humildad como estilo de vida, la obediencia como tarea y el servicio como ejemplo de vida cristiana. Al repetirse cada año, nos ayuda a estar en unión con Él y a crecer en nuestra fe. En este ciclo también honramos a María, nuestra madre, y a todos los santos.

Mientras que el año civil se divide en 12 meses de 30 o 31 días, según sea el caso y dentro de este hay un día de descanso laboral, El Año Litúrgico se divide en cinco tiempos litúrgicos principales, así mismo tiene un día central de celebración que es el domingo “El día del Señor”, que es "fiesta primordial" y "el fundamento y el núcleo de todo el año litúrgico” puesto que un domingo cambio el sentido de la humanidad con su visión de trascendencia, un domingo Jesús nos manifestó la victoria de la vida sobre la muerte, la alegría sobre el dolor y la luz sobre las tinieblas. En domingo JESÚS RESUCITO.

“La iglesia, por una tradición apostólica, desde sus orígenes basado en el mismo día de la resurrección de Cristo, celebra el misterio pascual cada ocho días, en el día que es llamado con razón "día del señor". En este día los fieles deben reunirse al modo de la primera comunidad cristiana (hech 2) a fin de escuchar la palabra de Dios, acoger la enseñanza de sus ministros y participar de la Eucaristía. Por esto el domingo es la fiesta primordial, que debe presentarse e inculcarse a la piedad de los fieles, de modo que sea también día de alegría y de liberación del trabajo. No se le antepongan otras solemnidades, a no ser que sean de veras de suma importancia, puesto que el domingo es el fundamento y el núcleo de todo el año litúrgico” 

Asistir a Misa en domingo es ciertamente un deber, pero, ¡qué diferente sería si entendiéramos y recordáramos que cada domingo celebramos la Pascua del Señor! Ojalá sea el amor y la gratitud lo que nos mueva a asistir a Misa y no el sentirnos “obligados” a cumplir con nuestro deber.

Algo interesante sobre el Año Litúrgico es que nunca es igual porque se va construyendo sobre el anterior de manera nueva y renovada. “El año litúrgico si es un ciclo, pero un ciclo en espiral, o subes o bajas, no te puedes quedar estacionado. El Adviento actual, nunca será igual al adviento anterior, estamos en otro estado espiritual, o más cercano a la santidad o más bajo. Es como un gigantesco tornillo de una perforadora celestial con el cual penetramos en el misterio de Cristo a lo largo del año”. El Año Litúrgico es un calendario dinámico, no estático, pues cada año se va enriqueciendo y Dios nos sigue hablando de manera personal y única a cada uno de nosotros.

¿Cuáles son los tiempos litúrgicos?

     1 - Adviento (color morado) Tiempo para prepararnos para la fiesta de Navidad. Empieza 4 domingo a antes de la navidad, y es el comienzo del año litúrgico, como podrás darte cuenta, no tiene una fecha exacta, pero si hay un momento preciso, 4 domingos antes de la navidad.

       2 Navidad (color blanco) Tiempo para celebrar el nacimiento de Jesús y prepararnos para su segunda venida. Empieza el 24 de diciembre en la noche, hasta un domingo después de la festividad de la epifanía.

        3 - Tiempo Ordinario (color verde) Tiempo para celebrar nuestra fe en la vida diaria en relación con Jesucristo. Tiene dos momentos o espacios dentro del calendario liturgico, uno que se inicia al terminar el tiempo de navidad, y se interrumpe con el inicio de la cuaresma, , luego se retoma después de terminado el tiempo de pascua, es decir, después de la festividad de pentecostés.

       4 - Cuaresma (color morado) Tiempo para prepararnos para el Triduo Pascual y el tiempo de Pascua.  Se inicia el miércoles de ceniza, día que comienza la cuaresma como tiempo de meditación, penitencia y conversión, se llama cuaresma porque se extiende por 40 días antes de la pascua. Así mismo termina con el comienzo del tiempo de pascua, es decir el día domingo de resurrección.

      Triduo Pascual (colores rojo y blanco) Tiempo para meditar en la pasión de Jesús y su victoria sobre la muerte, son los tres días previos a la pascua, jueves, viernes y sábado santo, que nos hace vivir y contemplar el misterio mas grande del amor de Dios y su plan para la humanidad.

        5 - Pascua (color blanco) Tiempo para celebrar la gloriosa Resurrección de Jesús. Se inicia el domingo de resurrección y se extiende hasta la festividad de pentecostés, que son 50 días después de la resurrección. 

Luego de esto se retoma el segundo momento del tiempo ordinario hasta la festividad de Cristo Rey del Universo, que cierra el calendario litúrgico.

¿Cuál es el significado de los colores litúrgicos? [7]

Nuestra Iglesia utiliza actualmente diferentes colores para cada uno de los tiempos y celebraciones litúrgicas, pero no siempre ha sido así. El Papa Inocencio II (1130 – 1143), a principios del siglo XIII, fue el que le “añadió significado simbólico” a esta práctica existente.  Finalmente, el Papa Pío V (1566 – 1572), le otorga “un uso temporal específico”, formalizando el uso de seis colores:

Blanco – “para el tiempo de Pascua y Navidad, para las fiestas del Señor, de María, de los ángeles y de los santos no mártires”, también para la impartición del sacramento del Bautismo, Comunión, Matrimonio y el Orden Sacerdotal. . Simboliza “luz, lo divino, gozo, pureza, gloria, gracia”.

Rojo – “para el Domingo de Palmas, las fiestas del Espíritu Santo, de los apóstoles, de los mártires y evangelistas”, Viernes Santo, y la fiesta de la Santa Cruz. Simboliza “martirio, amor”.

Verde – “para el tiempo [ordinario] durante el año (períodos después de la Epifanía y de Pentecostés)”. Simboliza “esperanza”.

Morado – “para la Cuaresma, el Adviento, días penitenciales y de difuntos”, para el sacramento de la Penitencia y la Unción de los Enfermos. Simboliza “penitencia”.

Negro – “para las exequias y misas de difuntos”. Simboliza “luto”. Este se puede sustituir por el morado. 

Rosa – “para algunos domingos (Gaudete – tercero del Adviento; Laetare – cuarto de Cuaresma) y algunas fiestas especiales de la Virgen María.”

 Otros colores que se pueden llegar a utilizar son

Dorado, “que sustituye a los demás, a excepción del violeta”, lo más común es que se utilice en lugar del blanco.

Azul “que se utilizó como color litúrgico en la Epifanía de los siglos XII y XIII” y que en 1864, “la Santa Sede le concedió a las iglesias de España el privilegio de usarlo en la Fiesta de la Inmaculada Concepción”.

 El uso de estos colores son una ayuda visual que nos invita a entrar al misterio que se está celebrando.

 Nosotros también podemos utilizar estos colores en la casa para ayudar a nuestros hijos a “vivir” nuestra fe en familia. 


PREPARÉMONOS PARA DAR COMIENZO A UN NUEVO AÑO LITÚRGICO, TENIENDO EN CUENTA LOS COLORES. SÍMBOLOS Y SIGNOS QUE NOS OFRECE