domingo, 9 de agosto de 2009

CONDENAN A JESUS (4-6)

La vida de Jesús por lo sencilla que era, ya era un problema para muchos, y más aún cuando lo que hace, causa asombro por que hace el bien y le sale bien, esto provoca en muchos, envidia, irritación, fastidio, incomodidad; por ello es preferible eliminarlo para evitarse el fastidio personal.


Un razonamiento equivocado, pues querer eliminar el bien exterior antes que vencer el mal interior es grave, la envidia conduce a grandes males personales, familiares y sociales.
Jesús es consiente de esta realidad, por ello avisa y anuncia a sus discípulos por repetidas oportunidades que hay quienes quieren eliminarlo, no para tomar medidas y represalias, sino para ser mas confiar mas en la voluntad de Dios.


Llegado el momento, Jesús realiza un acto de despedida “La última cena” por medio de la cual muestra en plenitud su amor por todos, comenzando por el servicio radical y humilde “lavando los pies”. Luego su confianza y gratitud a Dios, para finalmente hacer su entrega a todos por amor “después de dar gracias a Dios tomó pan y lo bendijo diciendo”... “tomen y coman… tomen y beban…”


Frente a este hecho algunos reconocen la inocencia de Jesús “no veo culpa en él” y sin embargo no quieren comprometerse por temor a las mayorías, tal es el caso de Pilatos, quien “para obtener la aprobación del pueblo” deja que la mayoría decida aunque sepa que se esta cometiendo una injusticia.


Jesús confía plenamente en Dios, aun en este acto de plena injusticia, se somete a la voluntad de Dios y por amor a la humanidad.

Nosotros:

¿somos capaces de reconocer a Dios en medio de las injusticias?

¿Confiamos en él en esos momentos difíciles?

¿Estamos dispuestos a defender lo justo y bueno, mas allá de la presión de la mayoría?

2 comentarios:

Juan José Flores Delgado dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
jorge dijo...

querer eliminar el bien exterior antes que vencer el mal interior es grave.

pero la envidia provoca que entre las personas terminemos por eliminarnos entre nosotros por falta de caridad

ojala, podamos meditar esta frase, y tratemos de vencer nuestrto propio mal y reconocer la bondad de los demas eso nos haría mas humildes.