Jesús luego de estar con su familia por años, acude al bautismo de Juan, donde Dios muestra y expresa su complacencia en él, luego de esto es llevado al desierto y se enfrenta a las mas altas pasiones personales, como son:
El deseo de satisfacer sus necesidades inmediatamente, el hambre material.
El poder de poseerlo todo, el dominio del mundo.
El deseo de satisfacer sus necesidades inmediatamente, el hambre material.
El poder de poseerlo todo, el dominio del mundo.
Y el poner a prueba a Dios, la vanidad y la soberbia. 
http://es.catholic.net/conocetufe/633/1877/articulo.php?id=5439&seccion=8&pag=0&numImagen=0&categoria=74&tema=315
Jesús era la “BUENA NUEVA” que el pueblo esperaba, pero que para muchos era muy difícil aceptarlo, mas aún por que conocen su pasado, “¿no es este el hijo de José, el carpintero?”, “¿acaso no conocemos a su familia?”, por ello Jesús debe hacer mas comprensible su misión, mas sencilla su enseñanza para aquellos corazones confundidos, por eso utiliza un lenguaje fácil y accesible para todos, las parábolas.
Las parábolas son llamadas e invitaciones para la conversión, para el arrepentimiento, pero para muchos no era suficiente, algunos esperan nuevos signos, por ello Jesús realiza milagros, no para manifestarse él, como poderoso, sino para “la gloria de Dios” por ello pone como un requisito para hacer un milagro, la fe, “Señor yo creo, pero aumenta mi fe” es la respuesta de Marta ante la muerte de Lázaro. Es la fe, la que realiza los milagros, Jesús mismo les dice a sus apóstoles “si tuvieran la fe del tamaño de un grano de mostaza, le dirían a la montaña, anda al mar y la montaña se iría”.
Jesús es la Buena Nueva, nosotros tenemos que poner en él nuestra salvación, para ello:
¿Estamos dispuestos a creer y hacer lo que nos enseña en sus parábolas?
¿Tenemos la suficiente fe y confianza en él para vencer las tentaciones y hacer que nuestras obras “den gloria a Dios”?
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Jesús era la “BUENA NUEVA” que el pueblo esperaba, pero que para muchos era muy difícil aceptarlo, mas aún por que conocen su pasado, “¿no es este el hijo de José, el carpintero?”, “¿acaso no conocemos a su familia?”, por ello Jesús debe hacer mas comprensible su misión, mas sencilla su enseñanza para aquellos corazones confundidos, por eso utiliza un lenguaje fácil y accesible para todos, las parábolas.
Las parábolas son llamadas e invitaciones para la conversión, para el arrepentimiento, pero para muchos no era suficiente, algunos esperan nuevos signos, por ello Jesús realiza milagros, no para manifestarse él, como poderoso, sino para “la gloria de Dios” por ello pone como un requisito para hacer un milagro, la fe, “Señor yo creo, pero aumenta mi fe” es la respuesta de Marta ante la muerte de Lázaro. Es la fe, la que realiza los milagros, Jesús mismo les dice a sus apóstoles “si tuvieran la fe del tamaño de un grano de mostaza, le dirían a la montaña, anda al mar y la montaña se iría”.
Jesús es la Buena Nueva, nosotros tenemos que poner en él nuestra salvación, para ello:
¿Estamos dispuestos a creer y hacer lo que nos enseña en sus parábolas?
¿Tenemos la suficiente fe y confianza en él para vencer las tentaciones y hacer que nuestras obras “den gloria a Dios”?
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