EL PERDÓN EN LA FAMILIA
En el dialogo de Jesús con sus discípulos, acerca del perdón, aparentemente es sabido el significado de perdón, porque también sabemos la cantidad y la forma de perdonar, pero Jesús en su respuesta hace notar nuestra mezquina forma de comprender el perdón.
¿Hasta 7
veces?, entendamos que el número 7 en los escritos bíblicos juega un rol muy
importante en cuanto a su simbología, que puede significar totalidad o
perfección, allí el discípulo cae en la contradicción entre su pregunta y su
afirmación, haciendo una traducción a otro lenguaje ¿cuánto es necesario
perdonar para alcanzar la paz?, ¿es practicarlo hasta alcanzar mi
satisfacción?, ¿hasta poder ser perfecto?.
Jesús da una
respuesta realmente exigente, hasta 70 veces 7, que significa, no buscando tu
propia satisfacción, tu mezquina ambición de ser perfecto y santo para los ojos
de los otros, sino hasta cuando renuncies a tus ambiciones y vivas la ley de
amor a la perfección.
Con esto, vuelve
la pregunta, ¿hasta cuantas veces debo perdonar?, la respuesta será hasta que
te niegues a ti mismo, hasta que cargues con tu cruz y sigas a Cristo en la
renuncia total incluyendo su propia vida, ¿es dura la respuesta?, claro que es
dura, es muy exigente, pero es también muy generosa, “es vivir al modo de
Cristo”, perdiendo incluso el manto y la túnica, dejando todo en las manos y la
misericordia de Dios.
Acudo a este
texto por la consulta de un padre de familia, respecto a los errores de su
familia, su esposa, sus hijos… él asume estar haciendo lo correcto y que son
los demás los que se equivocan, pero “querer buscar el bien y el perdón es asumir que el
error, la equivocación y las debilidades son parte del perfeccionamiento
personal comunitario.”
En la medida
que se aprende a perdonar, la carga es más liviana, más llevadera, es estar más
cerca de Cristo.
Es más fácil
perdonar al que se equivoca o al que hace algo por ignorancia, que perdonar a
aquel que lo hace con premeditación: pero si fue con premeditación o no, solo
lo sabe el causante del daño, nosotros solo podemos suponer, pero no hay nada
cierto, es mejor tomarlo como un hecho llevado por el ímpetu, el impulso y la
ignorancia, así se nos hará más fácil perdonar,
Un ejemplo de
esto tenemos a Cristo en la cruz, “Padre perdónales porque no saben lo que
hacen”, no nos guarda rencor, porque entiende que actuamos llevados por las
emociones y pasiones, pero no por la razón ni la verdad.
Que esta
pequeña reflexión nos motive a un cambio, buscar el perdón de los demás y sobre
todo perdonar a los demás, comenzando por el propio perdón, todos nos hemos
equivocado, ofendido, herido e incluso matado emociones, sentimientos e
ilusiones, hagamos pues, todos los esfuerzos para perdonar hasta 70 veces 7 y
aceptarlo como parte de nuestra santificación personal.
LA FAMILIA CÉLULA FUNDAMENTAL DE LA
SOCIEDAD:
La familia es la base de toda sociedad, pues antes
de la sociedad misma existió la familia, y ésta se desprende y nace de la
familia. La familia es fuente de vida, porque en ella se inicia la continuidad
de la vida entre los hombres.
La familia se fundamenta en el matrimonio, como la
unión de un hombre y una mujer para la continuidad de la vida, la preservación
de la especie, la comunicación del amor y la complementariedad entre el hombre
y la mujer
La Iglesia, en múltiples documentos ha puesto de
manifiesto su voluntad de defender y promover la dignidad de la familia, por
ello Juan Pablo II en la exhortación apostólica Familiaris Consortio reclama que, a la
familia se le reconozca y se le respete como se merece por la dignidad misma
que le confiere el matrimonio.
La familia es la base de la sociedad, pero al mismo
tiempo es la cuna del amor, la familia, nace del amor de un hombre con una
mujer, de allí mismo surge la vida como expresión de Amor, y la relación que
alimenta a cada uno de los miembros de las familias es el amor, siendo esta la más
alta expresión valida y real que debe existir.
En la familia no se puede aceptar ni concebir la
idea que el amor es un sentimiento, pues es sabido que es una decisión, en ella
está, la fuerza de voluntad, la inteligencia y la libertad de amar
Este miércoles 16 de setiembre celebramos el día de la familia, y el Papa Francisco nos decía que “no existe familia perfecta, no existe padre perfecto, madre perfecta, hijos perfectos, esposo o esposa perfecta, todos tenemos debilidades, defectos y virtudes, pero una familia es fuerte, se hace fuerte y es testimonio de amor no por las virtudes y dones de cada uno de sus miembros, sino por la capacidad de tolerancia, paciencia y perdón que existe entre sus miembros.”
Los hijos
muchas veces criticamos y juzgamos a nuestros padres porque no nos conceden
todo lo que les pedimos, o no nos complacen en las cosas que queremos, es más
algunos miden su cariño y amor, en objetos y valores económicos o utilitarios.
Algunos
padres calificamos a nuestros hijos, como ingratos, desagradecidos, y
otros calificativos más...
Les invito a
ver las virtudes de cada uno y de los demás, y sumar en nosotros, ante a las
debilidades del prójimo, nuestro deber y decisión de perdonar por amar y
ser generoso, con humildad, para así sembrar paz y armonía entre todos.
El perdón beneficia
directamente a cada uno e indirectamente a los demás.
Actividad
familiar:
En esta
actividad invito a los padres de familia a participar, pues todo esto aporta a
nuestro crecimiento personal y sobre todo familiar.
“DESARROLLEN
LAS FICHAS A SOLAS Y POR SEPARADOS, NO LES QUITARA MAS DE 10 MINUTOS”
ESTUDIANTE:
Desarrolla a
solas la ficha “cosas mías que pocos conocen”
Luego
desarrolla la ficha “cuanto conozco a mi papá”
Luego esa
misma ficha "cuanto conozco a mi mamá"
PADRE DE
FAMILIA
Desarrolla a
solas la ficha “cuanto conozco a mi hijo(a)”
MADRE DE
FAMILIA
Desarrolla a
solas la ficha “cuanto conozco a mi hijo(a)”
Finalmente,
compartan sus respuestas, y comenten que aprendieron de esta
actividad y cuál es su compromiso como familia
TOMENSE UNA
FOTO FAMILIAR