¿Qué es el Año Litúrgico?
En
nuestra vida civil, es común tener un orden de acontecimientos que recordar,
conmemorar y encontrar signos y símbolos de identidad cívicos, sociales,
patrióticos o de otra índole.
Son
situaciones o espacios que nos llevan a recordar y reavivar lo que en su
momento se vivió, encontrando detrás de ellos el mensaje y el contenido mismo
de la acción a recordar, por ejemplo el día de la madre, la fiesta de la
bandera, las fiestas patrias.
Así
también la Iglesia tiene un calendario a vivir y celebrar durante el año que
por cierto no coincide con el calendario civil.
El
calendario litúrgico que determina El Año Litúrgico es un ciclo
basado en la vida, muerte y resurrección de Jesucristo, nuestro Señor. Es la
conmemoración de los diferentes acontecimientos de su vida, el caminar en la compañía
de los santos que vivieron muy de cerca el evangelio, y sobre todo con la
presencia de Santa María, la madre de Cristo, que nos trajo la humildad como estilo
de vida, la obediencia como tarea y el servicio como ejemplo de vida cristiana.
Al repetirse cada año, nos ayuda a estar en unión con Él y a crecer en nuestra
fe. En este ciclo también honramos a María, nuestra madre, y a todos
los santos.
Mientras
que el año civil se divide en 12 meses de 30 o 31 días, según sea el caso y
dentro de este hay un día de descanso laboral, El Año Litúrgico se divide en
cinco tiempos litúrgicos principales, así mismo tiene un día central de celebración que
es el domingo “El día del Señor”, que es "fiesta primordial" y
"el fundamento y el núcleo de todo el año litúrgico” puesto que un domingo
cambio el sentido de la humanidad con su visión de trascendencia, un domingo
Jesús nos manifestó la victoria de la vida sobre la muerte, la alegría sobre el
dolor y la luz sobre las tinieblas. En domingo JESÚS RESUCITO.
“La iglesia, por una tradición apostólica, desde
sus orígenes basado en el mismo día de la resurrección de Cristo, celebra
el misterio pascual cada ocho días, en el día que es llamado con razón
"día del señor". En este día los fieles deben reunirse al modo de la
primera comunidad cristiana (hech 2) a fin de escuchar la palabra de Dios,
acoger la enseñanza de sus ministros y participar de la Eucaristía. Por esto el domingo es la fiesta
primordial, que debe presentarse e inculcarse a la piedad de los fieles, de
modo que sea también día de alegría y de liberación del trabajo. No se le
antepongan otras solemnidades, a no ser que sean de veras de suma importancia,
puesto que el domingo es el fundamento y el núcleo de todo el año
litúrgico”
Asistir a Misa en domingo es ciertamente un deber,
pero, ¡qué diferente sería si entendiéramos y recordáramos que cada domingo
celebramos la Pascua del Señor! Ojalá sea el amor y la gratitud lo que nos
mueva a asistir a Misa y no el sentirnos “obligados” a cumplir con nuestro
deber.
Algo interesante sobre el Año Litúrgico es que
nunca es igual porque se va construyendo sobre el anterior de manera nueva y
renovada. “El año litúrgico si es un ciclo, pero un ciclo en espiral, o
subes o bajas, no te puedes quedar estacionado. El Adviento actual, nunca será igual
al adviento anterior, estamos en otro estado espiritual, o más cercano a la
santidad o más bajo. Es como un gigantesco tornillo de una perforadora
celestial con el cual penetramos en el misterio de Cristo a lo largo del año”.
El Año Litúrgico es un calendario dinámico, no estático, pues cada año se va
enriqueciendo y Dios nos sigue hablando de manera personal y única a cada uno
de nosotros.
¿Cuáles son
los tiempos litúrgicos?
1 - Adviento (color morado) – Tiempo para prepararnos para la fiesta
de Navidad. Empieza 4 domingo a antes de la navidad, y es el comienzo del año litúrgico,
como podrás darte cuenta, no tiene una fecha exacta, pero si hay un momento
preciso, 4 domingos antes de la navidad.
2 - Navidad (color blanco) – Tiempo para celebrar el nacimiento de Jesús y
prepararnos para su segunda venida. Empieza el 24 de diciembre en la noche,
hasta un domingo después de la festividad de la epifanía.
3 - Tiempo Ordinario (color verde) – Tiempo para celebrar nuestra fe en la
vida diaria en relación con Jesucristo. Tiene dos momentos o espacios dentro
del calendario liturgico, uno que se inicia al terminar el tiempo de navidad, y
se interrumpe con el inicio de la cuaresma, , luego se retoma después de terminado
el tiempo de pascua, es decir, después de la festividad de pentecostés.
4
- Cuaresma (color morado) – Tiempo para prepararnos para el Triduo
Pascual y el tiempo de Pascua. Se inicia
el miércoles de ceniza, día que comienza la cuaresma como tiempo de meditación,
penitencia y conversión, se llama cuaresma porque se extiende por 40 días antes
de la pascua. Así mismo termina con el comienzo del tiempo de pascua, es decir
el día domingo de resurrección.
- Triduo Pascual (colores rojo y blanco) – Tiempo para meditar en la pasión de
Jesús y su victoria sobre la muerte, son los tres días previos a la pascua,
jueves, viernes y sábado santo, que nos hace vivir y contemplar el misterio mas
grande del amor de Dios y su plan para la humanidad.
5 - Pascua (color blanco) – Tiempo para celebrar la gloriosa
Resurrección de Jesús. Se inicia el domingo de resurrección y se extiende hasta
la festividad de pentecostés, que son 50 días después de la resurrección.
Luego
de esto se retoma el segundo momento del tiempo ordinario hasta la festividad
de Cristo Rey del Universo, que cierra el calendario litúrgico.
¿Cuál es el
significado de los colores litúrgicos? [7]
Nuestra
Iglesia utiliza actualmente diferentes colores para cada uno de los tiempos y
celebraciones litúrgicas, pero no siempre ha sido así. El Papa Inocencio
II (1130 – 1143), a principios del siglo XIII, fue el que le “añadió
significado simbólico” a esta práctica existente. Finalmente, el Papa
Pío V (1566 – 1572), le otorga “un uso temporal específico”, formalizando
el uso de seis colores:
Blanco – “para el tiempo de Pascua y Navidad,
para las fiestas del Señor, de María, de los ángeles y de los santos no
mártires”, también para la impartición del sacramento del Bautismo, Comunión,
Matrimonio y el Orden Sacerdotal. . Simboliza “luz, lo divino, gozo, pureza,
gloria, gracia”.
Rojo – “para el Domingo de Palmas, las fiestas
del Espíritu Santo, de los apóstoles, de los mártires y evangelistas”, Viernes
Santo, y la fiesta de la Santa Cruz. Simboliza “martirio, amor”.
Verde – “para el tiempo [ordinario] durante el
año (períodos después de la Epifanía y de Pentecostés)”. Simboliza “esperanza”.
Morado – “para la Cuaresma, el Adviento, días
penitenciales y de difuntos”, para el sacramento de la Penitencia y la Unción
de los Enfermos. Simboliza “penitencia”.
Negro – “para las exequias y misas de
difuntos”. Simboliza “luto”. Este se puede sustituir por el morado.
Rosa – “para algunos domingos (Gaudete –
tercero del Adviento; Laetare – cuarto de Cuaresma) y algunas fiestas
especiales de la Virgen María.”
Otros
colores que se pueden llegar a utilizar son
Dorado, “que sustituye a los demás, a
excepción del violeta”, lo más común es que se utilice en lugar del blanco.
Azul “que se utilizó como color litúrgico en
la Epifanía de los siglos XII y XIII” y que en 1864, “la Santa Sede le concedió
a las iglesias de España el privilegio de usarlo en la Fiesta de la Inmaculada
Concepción”.
El
uso de estos colores son una ayuda visual que nos invita a entrar al misterio
que se está celebrando.
Nosotros
también podemos utilizar estos colores en la casa para ayudar a nuestros hijos
a “vivir” nuestra fe en familia.
PREPARÉMONOS PARA DAR COMIENZO A UN NUEVO AÑO LITÚRGICO, TENIENDO EN CUENTA LOS COLORES. SÍMBOLOS Y SIGNOS QUE NOS OFRECE